La evolución de la medicina veterinaria en los últimos años nos ha permitido alcanzar niveles equiparables a la medicina humana.
Durante la anestesia general de su mascota, las variables fisiológicas (presión sanguínea, ECG, saturación, capnografía, análisis gases anestésicos) serán monitorizadas y controladas de forma continua por un especialista europeo en esta disciplina. Cada protocolo anestésico utilizado será adaptado especificamente a cada caso, para minimizar el estrés quirúrgico y el dolor y así lograr una pronta recuperación.
El dolor es una experiencia desagradable que nos avisa que algo en el organismo no funciona correctamente (dolor agudo) o puede ser una patología per se (dolor crónico).
Los animales tienen un sistema nervioso muy parecido al nuestro y por esto el sufrimiento asociado al dolor es similar.
El dolor aumenta el tiempo de recuperación tras una intervención quirurgica y disminuye la calidad de vida.
Hay varias técnicas farmacológicas y no farmacológicas que permiten minimizar el dolor en tu mascota tras una intervención quirúrgica o en caso de patologías crónicas (osteoartrosis).