En nuestra clínica ofrecemos un servicio de cardiología veterinaria, en el cual se hace un estudio cardiológico completo a nuestras mascotas.
La visita cardiológica completa incluye pruebas diagnósticas no invasivas, las cuales nos aportan toda la información necesaria para confirmar o descartar un problema cardiaco.
Aconsejamos una visita cardiológica cuando nuestras mascotas presentan un soplo cardiaco (ya sean cachorros o perros adultos), una arritmia a la auscultación, si presentan síntomas que hacen sospechar de problemas cardiacos como tos, intolerancia al ejercicio y síncopes, o si en la radiografía torácica presentan alteraciones en la silueta cardiaca que hagan sospechar de un problema cardiaco.
La visita cardiológica incluye las siguientes pruebas diagnósticas:
Exploración física e interpretación de la radiografía torácica.
Determinación de la presión arterial: nos informa si nuestro paciente es hipertenso o no. La hipertensión sistémica en los animales, al igual que en las personas, puede dar muchos problemas de salud, tales como daño en la retina, problemas renales, cerebrales, y cardiacos.
Electrocardiograma (ECG): en él, se estudia la actividad eléctrica del corazón, a través de un registro gráfico de la misma. Nos ayuda a diagnosticar arritmias de todo tipo y a estudiar mejor las distintas enfermedades cardiacas de los perros y gatos.
Ecocardiografía: es una prueba diagnóstica con la que obtenemos mucha información del tamaño de las cámaras cardiacas y de la funcionalidad general de corazón. Con esta prueba, podemos diagnosticar enfermedades cardiacas muy frecuentes en nuestras mascotas, como por ejemplo la enfermedad mitral degenerativa crónica y la cardiomiopatía dilatada en perros, y la cardiomiopatía hipertrófica en gatos.
Estudio Holter 24 horas: consiste en un registro ECG durante un día entero. Se les coloca en la espalda a nuestras mascotas un pequeño aparato de 24 g de peso, fijado con un arnés, a través del cual se registra la actividad eléctrica del corazón en los distintos momentos del día. Esta prueba se aconseja a las mascotas que tienen ciertas arritmias, síncopes o ambas cosas; y cuando los pacientes tienen predisposición a arritmias o a problemas cardiacos que provocan arritmias, como es el caso de los Bóxer y de los Doberman.